La autoridad de Pekín ha pedido a Washington que ponga fin de forma inmediata al envío de armamento a Taiwán, isla que actúa de manera autónoma, pero que China reclama como parte de su territorio. En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun, afirmó que “China insta a Estados Unidos a respetar el principio de una sola China y a detener de inmediato las acciones peligrosas que implican armar a Taiwán”, subrayando además que EE.UU. no logrará utilizar a la isla para contener a la potencia asiática.
El anuncio coincide con la reciente aprobación por parte de la administración estadounidense de una venta de armas valorada en US$11.000 millones a Taiwán, uno de los mayores paquetes armamentísticos en la historia reciente de la isla, cuyo objetivo es fortalecer su capacidad defensiva frente a una eventual agresión china. Aunque Washington ha sido históricamente el principal proveedor de equipamiento militar para Taiwán, algunas declaraciones del expresidente Donald Trump en el pasado generaron incertidumbre acerca de su compromiso con la seguridad de la isla.
El acuerdo, que aún requiere la aprobación formal del Congreso de EE.UU., representa la segunda venta importante desde el regreso de la administración Trump en enero, luego de una operación de US$330 millones aprobada en noviembre. Entre los equipos contemplados en este nuevo paquete se encuentran sistemas de cohetes HIMARS, obuses, misiles antitanque, drones y otros componentes, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán. La Cancillería taiwanesa destacó que esta segunda transacción refuerza el compromiso de Estados Unidos con la defensa de la isla, situando la operación a la par de ventas históricas, como la autorizada durante el mandato del expresidente George W. Bush en 2001.
A pesar de contar con una industria de defensa interna, Taiwán sigue dependiendo en gran medida del armamento estadounidense para mantener una capacidad disuasoria frente a la presión militar de China. En respuesta a estos desafíos, el gobierno liderado por el presidente Lai Ching-te ha prometido aumentar el gasto en defensa, proyectándolo a más del 3% del PIB para el próximo año y elevándolo al 5% para 2030. Asimismo, se planea solicitar un financiamiento especial de hasta un billón de dólares taiwaneses para modernizar los sistemas de defensa aérea y fortalecer la producción y almacenamiento de municiones, medidas que dependen del aval del Parlamento, actualmente en manos de la oposición.
Paralelamente, Beijing ha incrementado sus operaciones militares en la región, desplegando diariamente aviones y buques de guerra en torno a Taiwán, en lo que analistas describen como maniobras de “zona gris”. El Ministerio de Defensa de Taiwán reportó que, en un lapso de 24 horas, se detectaron 40 aeronaves, entre ellas cazas, helicópteros y drones, además de ocho buques de guerra alrededor de la isla. Además, el moderno portaaviones chino Fujian fue visto transitando por el estrecho de Taiwán, lo que aumenta las tensiones en la zona.
Autor: Iñigo Socías
